en que a Laura ¡ba a ímportaríe la carta de mamá (...) Yél habría sabido todo el tiempo que Laura se contenía para no gritar...” Las tres últimas cartas que reciben son las que reinstalan la presencia de Nico en escena por medio de la mención de su nombre. Este dato que sería la irrupción del elemento fantástico que rompe el orden, según la consideración clásica de lo que es un relato fantástico, podría considerarse desde otra perspectiva, ya que la línea de lectura que elegí se refuerza con la forma de aludir al muerto: el nombre aparece apocopado, y el narrador se demora en señalar las caracteristicas de su escritura: “...con la N larga y temblorosa, la o con una cola torcida...” La sílaba que se elide es las, que por ser un articulo femenino plural, aludiría a ellas, a las mujeres, a la madre de Luis y a Laura que se reencuentran y sellan su alianza en la estación de Saint-Lazare, (y otra vez la sílaba elidida), a la cual Nico llega para instalarse en París. La irrupción de esta materialización del fantasma de Nico se presenta como desestabilizadora del orden construido trabajosamente por Luis. Sin embargo, es esta misma materialización la que restituye el orden en el final del cuento, ya que rompe la sensación de abismo en la que estaba inmerso el lector. Desde esta perspectiva, el fantasma podría ser considerado como ele- mento de una paradoja, según la cual el efecto fantástico, una vez producido, permite volver al orden anterior que se revela así como “irreal”. Como si la aparición de Nico pusiera al descubierto, (para el lector), que la vida de Laura y Luis, tan “normal", es una vida de fantasmas. Esta irrealidad de su vida presente se evidenciaba en el relato a través de lo no dicho que el lector percibía como inquietante. El fantasma logra destruir dicha inquietud y al brindar una presencia se mitiga la perplejidad en que se encontraba el lector a causa de lo que percibía pero que el relato no explicitaba: lo no dicho. Y ahora estarán Luis y Laura enfrentados otra vez a Nico, o a su fantasma, como al principio, o como lo estuvieron siempre sin decirlo; porque el fantasma estuvo todo el tiempo presente en su interiory en la zona del “acuerdo tácito" que ellos también habian pactado. Laura manifestaba su presencia a través de las pesadillas que no relataba, y Luis trataba de alejarlo imponiéndose una vida en la que el ausente no tuviera cabida. Al desplazarse Nico a la zona del discurso, al abandonar el lugar de lo no contra la nueva vida que trata de imponerse .. pore/ efecto que le haría la forma
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Apariencia