en un cuento de Cortázar al que queda de un lado (Claudine, que sólo percibe el costado pintoresco de las fotos, y que por lo tanto no accede a la verdad esencial) y el narrador que lo trasciende y que llega a una zona más verdadera, la más profunda y dolorosa? Otra cuestión que es posible tratar en este cuento es el juego de silencio - sorpresa. Se pueden rastrear, a través de todo el relato, dos isotopías: una, relativa al silencio, y otra, relativa a la sorpresa y la revelación . La frase que abre el cuento que se puede considerar como símbolo o clave del contenido del mismo: lo que está “calladito” -Ias fotos, por ejemplo- dice más de lo que parece a simple vista : que ver con la percepción y con el acceso a un saber : tenemos también otra vez .(p. 95) "Los ticos son siempre así, más bien calladitos pero llenos de sorpresas Otros ejemplos : ver si era sencillo y parejito, como me habían dicho, una mano se me prendió del saco y detrás estaba Ernesto Cardenal (...). Siempre me sorprende, siempre me conmueve que alguien como Emesto(.... (p.96) Solamente que a las siete cuando ya era hora de caminar por San José y Claudine que estaba silenciosa (...) (p. 103) No le iba a decir nada, qué le podía decir ahora(...) (p. 105 ) (...) de golpe la ventanilla se llenó de mercurio y de nada y también de silencios distintos : el primero es el silencio del no saber, el silencio de Claudine, el silencio de Io que todavía no se mani■esta; luego de la sorpresa, de la revelación, del Apocalipsis (con toda su carga connotativa : descorrimiento del velo, revelación y también el horror, en este caso el horror de la realidad latinoamericana), sobreviene otro silencio: lo inefable, lo que no se puede transmitir. En correspondencia con la escritura, el cuento también es eso: la ruptura de un silencio, la ocupación de un silencio : el cuento está limitado por 51 El cuento se abre con un silencio y se cierra con un silencio. Pero son dos
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