Página:Julio Cortázar y el relato fantástico.djvu/81

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tarse con apellido y titulo universitario. Esta disimetría jerárquica es el punto de vista desde el cual Hardoy reconstruye su amistad con la mujer muerta y su marido. En esta relación de tres, un vértice del triángulo está ocupado por el abogado que observa, y Ia base está formada por esta pareja que ignora todo sobre su propia vida: “presenciarsu existencia dela que ellos mismos no sabían nada"(LPC: 120). A partir de esta relación imaginada, el abogado podrá “medir” el “esfuerzo inconfesado" de Mauro, y aún “medir mejor” para concluir sobre Celina: “supe que todavía estaba con Kasidis" (LPC: 124). Ningún hecho relatado en el cuento —con excepción del episodio fantástico del ■naI- con■rma o desmiente estas apreciaciones. De este modo, el triángulo amoroso se sostiene también en la jerarquía otorgada por el saber. EI cuento está dividido en cuatro partes separadas entre sí por blancos tipográ■cos que implican a la vez división y pasaje, ya que señalan o Ia entrada en el velorio o el paso de un determinado lapso temporal. La última parte asume Ia forma carnavalizada de una menipea, donde los problemas más serios se ven tratados en un ambiente de bajos fondos y es característica la distorsión del punto de vista por efectos de una colocación excéntrica y una percepción alterada. El espacio representado en este tramo de LPC se divide, al igual que en la menipea, en tres niveles que sugieren un descenso a los in■ernos, donde presenciamos un “diálogo en el umbral" en el que los personajes se ubican entre la vida y la muerte: presentan en el cuento, donde Hardoy es tratado de “docto■antes de presen- precisa; justamente el caos, la confusión resolviéndose en un falso orden: el in■erno y sus círculos. (. . .) Puestos en un pasaje intermedio (yo Virgilio) oíamos las tres músicas y veíamos los tres círculos bailando; (LPC: 127) Lo que sigue es peor, no que sea ma/o porque ahí nada es ninguna cosa construye una suerte de visión objetiva por oposición a la alteración perceptual de Mauro: “yo lo dejaba hab/ar pero de cuando en cuando le servía cerveza” (LPC: 126); “Nos acomodamos contentos delante de dos cañas secas y Mauro se bebió la suya de un solo viaje (. . .) Llamo pidiendo otra ”(LPC: 128); “Ya estaba un poco bebido al entrar en la cuarta caña” (LPC: 131). Mientras Mauro se 84 Lo curioso es que el narrador se ubica por fuera de los acontecimientos,