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LA «ANTÍGONA»

EL SIERVO

Clavándose una espada en el costado, tan luego como supo el deporable fin de su hijo

CREONTE

Estrofa 3. a

[Ay de mi! Yo he sido la causa de tantos males. ¡Yo he sido, yo, el que te he dado la muerte... yo solo! es verdad... ¡Siervos míos! sacadme al punto de aquí; llevadme lejos, lejos de estos lugares ¡Yo ya dejé de ser!...

EL CORO

Eso que has resuelto está bién, si es que puede haber algún bien en el mal. Las penas que se abrevian, se hacen más soportables.

CREONTE

Antistrofa 2. a

¡Que venga! ¡que venga! que se presente mi muerte! Venga, y será mi día más feliz el úl