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Quizá cause extrañeza la disparidad de voces y locuciones á los que ignoren que el catalán no posee lo que Lista llama dialecto de la poesía, ó sea, un conjunto de expresiones para sólo ella, sino que se vale indistintamente de todas, debiendo mencionar que Verdaguer es partidario de esta generalización, porque no limita el vuelo de la fantasía, ni la sujeta á reducido círculo convencional. Por mi parte, siguiendo la norma arriba indicada, he procurado en este punto (tarea dfícil por cierto) enlazar la genuina expresión del autor con el genio de la lengua en que vertía: ¿habré de mencionar que á las veces, por huir de una desinencia, me he permitido variar ligeramente una frase, y que otras, por conservar el sentido, he experimentado la influencia del ritmo? no pocas bellezas quedan sin traducir, tal, entre otras, en el sueño de Isabel y en el verso final, la palabra colom, que en catalán tiene dos significados, y en castellano uno tan sólo.
Quedan así explicados algunos de los defectos de mi trabajo; achacables otros pocos á errores de imprenta, me declaro único responsable de los demás, que forman el mayor número; mas para inclinar al público algo á mi trabaj, ó sea: que lo tome, no como traducción, sino como pauta; de esta suerte saboreará nativas las grandes bellezas del inmortal poema que precede, y aquí doy término, consignando mi gratitud al eminente poeta que me ha honrado eligiéndome por su intérprete, uniendo así mi oscuro nombre al suyo imperecedero.