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Página:La Divina Comedia (traducción de Manuel Aranda y Sanjuán).djvu/64

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LA DIVINA COMEDIA.


CANTO IX.


Sexto círculo, el de los herejes.—Están metidos en sepulcros de fuego.—Dante encuentra allí á Farinata degli Uberti y á Cavalcante de Cavalcanti.—Farinata predice al poeta florentino su destierro y sus infortunios.

Mi Maestro avanzó por un estrecho sendero, entre los muros de la ciudad y las tumbas de los condenados, y yo seguí tras él.—¡Oh suma virtud, exclamé, que me conduces á tu placer por los círculos impios! háblame y satisface mis deseos. ¿Podré ver la gente que yace en esos sepulcros? Todas las losas están levantadas, y no hay nadie que vigile. —Respondióme:—Todos quedarán cerrados, cuando hayan vuelto de Josafat las almas con los cuerpos que han dejado allá arriba. Epicuro y todos sus sectarios, que pretenden que el alma muere con el cuerpo (1), tienen su cementerio hácia esta parte. Así, que pronto contestarán aquí dentro á la pregunta que me haces, y al deseo que me ocultas.—Yo le repliqué:—Buen Guia, si acaso te oculto mi corazon, es por hablar poco, á lo cual no es la primera vez que me has predispuesto con tus advertencias.

—¡Oh Toscano, que vas por la ciudad del fuego hablando modestamente! dígnate detenerte en este sitio. Tu modo de hablar revela claramente el noble país al que quizá fuí yo funesto. Tales palabras salieron súbitamente de una de aquellas arcas, haciendo que me aproximara con temor á mi Guia.—Este me dijo:—Vuélvete: ¿qué haces? Mira á

(1) El filósofo Epicuro profesaba y enseñaba la doctrina de que el alma se disolvia con el cuerpо.