« Y de todas Diope su ornamento,
« Ella te dará á tí dichosos dias,
« Y hermosísima prole en su himeneo,
« De tan gran beneficio recompensa."
"Mandad, Eólo dice, yo obedezco,
« Tu siervo soy, y lo que ordenas sepa,
« Que á tu poder le debo cuanto tengo;
« De tu favor es obra esta corona,
« Y en el banquete celestial asiento.»
Así dijera, y el potente brazo
La cúspide revuelve; airados Vientos
Salen cual batallon precipitados;
El Áfrico y el Austro que violentos
Remueven de la mar el hondo abismo
Sus ondas inundando el ancho suelo:
Silvan las cuerdas, su clamor redoblan,
Tiende la noche sus profundos velos
Sobre el cielo y la tierra y los bajeles;
Y el relámpago lanza oscuro fuego:
Dó quier se pinta de la muerte el rostro.
El héroe pierde su guerrero aliento,
Gime y sus brazos levantando pio
Al cielo, esclama: « ¡Que felices fueron
« Los que á la vista de la patria amada
« Fuertes cayeron! ¡O hijo de Tideo!
« ¿Porque tu espada no acabó mis dias
« En los campos dó yacen mis abuelos?
« Con Hector que matára el duro Aquiles
« Y Sarpedon que duerme eterno sueño,
« A donde lleva el Janto en crespas ondas,
« Escudos, lanzas y mugrientos cuerpos.»
El viento rompe las hinchadas velas,
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