XNi premio ni castigo
La enseñanza racional es ante todo un método de defensa contra el error y la ignorancia.
Ignorar verdades y creer absurdos es lo predominante en nuestra sociedad, y a ello se debe la diferencia de clases y el antagonismo de los intereses con su persistencia y su continuidad.
Admitida y practicada la coeducación de niñas y niños y ricos y pobres, es decir, partiendo de la solidaridad y de la igualdad, no habíamos de crear una desigualdad nueva, y, por tanto, en la Escuela Moderna no había premios ni castigos, ni exámenes en que hubiera alumnos ensoberbecidos con la nota de «sobresaliente», medianías que se conformaran con la vulgarísima nota de « aprobados » ni infelices que sufrieran el oprobio de verse despreciados por incapaces.
Esas diferencias sostenidas y practicadas en las escuelas oficiales, religiosas e industriales existentes, en concordancia con el medio ambiente y esencialmente estacionarias, no pɔdían