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LA ILÍADA

tor saltó del carro al suelo sin dejar las armas; y blandiendo afiladas picas, recorrió el ejército, animóle á luchar y promovió una terrible pelea. Los teucros volvieron la cara á los aqueos para embestirlos; los argivos cerraron las filas de las falanges; reanudóse el combate, y Agamenón acometió el primero, porque deseaba adelantarse á todos en la batalla.

218 Decidme ahora, Musas, que poseéis olímpicos palacios, cuál fué el primer troyano ó aliado ilustre que á Agamenón se opuso.

221 Fué Ifidamante Antenórida, valiente y alto de cuerpo, que se había criado en la fértil Tracia, madre de ovejas. Era todavía niño cuando su abuelo materno Ciseo, padre de Teano, la de hermosas mejillas, le acogió en su casa; y así que hubo llegado á la gloriosa edad juvenil, le conservó á su lado, dándole á su hija en matrimonio. Apenas casado, Ifidamante tuvo que dejar el tálamo para ir á guerrear contra los aqueos: llegó por mar hasta Percote, dejó allí las doce corvas naves que mandaba y se encaminó por tierra á Ilión. Tal era quien salió al encuentro de Agamenón Atrida. Cuando los dos héroes se hallaron frente á frente, acometiéronse, y el Atrida erró el tiro, porque la lanza se le desvió; Ifidamante dió con la pica un bote en la cintura de Agamenón, más abajo de la coraza, y aunque empujó el astil con toda la fuerza de su brazo, no logró atravesar el labrado tahalí, pues la punta al chocar con la lámina de plata se torció como plomo. Entonces el poderoso Agamenón asió de la pica, y tirando de ella con la furia de un león, la arrancó de las manos de Ifidamante, á quien hirió en el cuello con la espada, dejándole sin vigor los miembros. De este modo cayó el desventurado para dormir el sueño de bronce, mientras auxiliaba á los troyanos, lejos de su joven y legítima esposa, cuya gratitud no llegó á conocer después que tanto le diera: habíale regalado cien bueyes y prometido mil cabras y mil ovejas de las innumerables que sus pastores apacentaban. El Atrida Agamenón le quitó la magnífica armadura y se la llevó, abriéndose paso por entre los aqueos.

248 Advirtiólo Coón, varón preclaro é hijo primogénito de Antenor, y densa nube de pesar cubrió sus ojos por la muerte del hermano. Púsose al lado de Agamenón sin que éste lo notara, dióle una lanzada en medio del brazo, en el codo, y se lo atravesó con la punta de la reluciente pica. Estremecióse el rey de hombres Agamenón, mas no por esto dejó de luchar ni de combatir; sino que arremetió con la impetuosa lanza á Coón, el cual se apresuraba á retirar, asiéndole por el pie, el cadáver de Ifidamante, su hermano de padre, y á voces