Página:La Isla del Tesoro - Caballero 1901.djvu/320

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
305
EN BUSCA DEL TESORO

su boca estuviese libre de los tremendos bocados de tocino que se llevaba á ella. Esto sirvió para restablecer la esperanza y la fe de los piratas; pero yo en cambio tornándome desconfiado, sentí rebajarse mucho las que había cobrado, poco rato hacía.

—En cuanto á nuestro huésped, continuó, me parece que no volverá á tener otra conversación con aquellos á quienes tanto quiere. Ya he recibido mis pocas de noticias y gracias le sean dadas por ello; pero eso ya está hecho y pasado. Por ahora me lo llevo entre filas mientras dura nuestra busca del tesoro, pues creo que el guardarlo con nosotros es tanto como guardar oro molido, por “lo que pudiera suceder” ¿no es verdad? Pero una vez que tengamos el dinero y el navío—las dos cosas—y nos demos á la mar como buenos camaradas, entonces ¡qué! nos despediremos del Sr. Hawkins, sí señor, y le daremos su parte, sin que quepa la menor duda, agradeciéndole todos sus servicios y amabilidades para con sus amigos.

No era de sorprender que aquellos hombres estuvieran de buen humor; mas por lo que hace á mí me sentía terriblemente descorazonado. Me parecía que en el caso de que el proyecto que acababa de bosquejar pareciese factible; Silver, doblemente traidor, no vacilaría ciertamente en adoptarlo. En aquellos momentos tenía todavía un pie en cada campamento, pero no era de dudarse que preferiría la riqueza y la libertad, con los piratas, á la débil probabilidad de escapar al verdugo, lo cual era lo más que le esperaba de nuestro lado.

Pero aun suponiendo que los sucesos se presentaran de tal manera que aquel hombre se viese constreñido á guardar la fe del pacto con el Doctor Livesey; aun supo-


20