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el Pintor debe saber primero el corte y forma que ha de dar al vestido de la figura, y luego la irá acomodando los pliegues segun las reglas del Arte. Ya se ha dicho al principio del Canto quán mal parece ver á un personage pintado con vestiduras impropias de su Nacion: por lo cual es menester que estudien los Jóvenes ya en las estatuas, pinturas, baxos relieves y medallas antiguas, y ya en varios libros y estampas que tratan á propósito de esta materia, como la Antiquité expliqueé de Montfaucon; el Boisardo, y otros, los trages peculiares de cada Nacion para poder vestir las figuras con arreglo. En los asuntos de tiempos sumamente remotos, se pueden inventar segun la fantasia y gusto de cada uno las ropas de las figuras.

El estudio de los pliegues es muy esencial, porque además de contribuir al caraƈter que se quiere dar á cada figura (siendo inegable, que el trage causa respeto ó desprecio) sirve tambien de mucho auxilio en la Composicion para agrupar las figuras, y llenar los huecos: y tal vez con un velo volante, ú otra cosa parecida puesta oportunamente se consigue piramidar y rematar con gracia una còmposicion.

Es indispensable contornar primero el Desnudo, y luego ponerle las ropas, á fin de que éstas puedan mostrar la proporcion de las partes principales sin error. El Desnudo es el norte y guia de las ropas; y asi el que
quie-