soltó al Comodoro un discurso bíblico profético; pero el alemán no le hizo caso ni entendía una palabra de aquella jerigonza. Sólo se consiguió que pusiera en libertad a las tripulaciones y soldados de la Almansa y la Vitoria.
Nuevos dimes y diretes entre la Plaza y los extranjeros dieron por resultado que estos prometieran observar neutralidad en la lucha entablada por el Cantón contra el Gobierno de Madrid. El General Contreras, que en el Federico Carlos tenía que dormir en un colchón colocado en el suelo del camarote, porque su voluminoso corpachón no cabía en la litera, fue puesto en libertad el 7 de Agosto... La fragata alemana abandonó las aguas de Cartagena, dejando en poder de los ingleses la Almansa y la Vitoria.
Cuando puse el pie en tierra, creo que el 4 de Agosto, ante una multitud inquieta y gemebunda, la primera persona conocida que me eché a la cara fue Dorita, la cual, con lastimero acento, me dijo que Fructuoso estaba herido en la cabeza y en una pierna, de resultas de un tiroteo en Orihuela, adonde fue con Tonete para sublevar la ciudad y traerse las contribuciones. «Venga usted a verle -me dijo tirándome del brazo-. En casa le tenemos. Aunque sus heridas no son cosa mayor, se queja con grandes alaridos de la soledad, del aburrimiento y de no poder salir por el dolor de la pata».
Olvidándome de mí propio y del descanso que necesitaba, acudí a ver al amigo, a quien