succesor suyo en el gobierno: da la bendición á todas las tribus: sube al monte Nebo, donde muere después de haber echado una ojeada sobre la tierra prometida; y enterrado su cuerpo por ministerio de ángeles, le llora todo Israél amargamente. Esto es, en compendio, lo que contiene el libro del Deuteronomio, figura profética, dice San Gerónimo, de la Ley evangélica.
En efecto, en muchos lugares de este libro se ve profetizada la nueva alianza, ó la Ley de gracia, pero mas señaladamente en el cap. XVII. v. 15: lugar que toda la antigua synagoga entendió siempre del Mesías; en lo que convienen aun hoy dia los mas sabios judíos. Moysés, por cuya boca hablaba el Espíritu Santo, dirigia también sus palabras al nuevo pueblo que habia deformar Jesu-Christo; pues, como enseña el Apóstol, lo que sucedia en la Ley antigua era figura de la Ley nueva. Y asi con nosotros hablan también las amenazas y maldiciones de Moysés, siempre que fuéremos rebeldes á la bondad y misericordia de nuestro Divino Legislador; y seremos tanto mas culpables, cuanto son sin