11 Su cabeza, oro finísimo: sus cabellos largos y espesos como renuevos de palmas [1], y negros como el cuervo:
12 sus ojos como los de las palomas que se ven junto a los arroyuelos de aguas, blancas como si se hubiesen lavado con leche, y que se paran á la orilla de corrientes caudalosísimas.
13 Sus mejillas como dos eras de plantas aromáticas, plantadas por hábiles perfumeros: sus lábios, lirios rosados [2] que desfilan mirra purísima:
14 sus manos, de oro, y como hechas á torno, llenas de jacintos: su pecho y vientre como un vaso de marfil guarnecido de zafiros.
15 sus piernas, columnas de mármol, sentadas sobre basas de oro. Su aspecto magestuoso como el del Líbano, y escogido como el cedro entre los árboles.
16 Suavísimo el eco de su voz; y en suma, todo él es envidiable. Tal es mi amado, y ese es mi amigo, hijas de Jerusalem.
17 Amigas de la Esposa. ¿Acia donde partió tu amado, oh hermosísima entre todas las mugeres? ¿por donde se fue, que iremos contigo á buscarle?