el sábio arzobispo Martini) algunas oscuridades y anfibologías, nacidas del solo empeño que tuvo el traductor de seguir palabra por palabra el original.» Sin embargo confío que excitaré con mi ejemplo á otros de mas luces y talento á emplearse en trabajo tan útil, y aun necesario, evitando los defectos en que yo precisamente habré incurrido.
He dicho trabajo tan útil, y aun necesario; porque nunca lo ha sido tanto como ahora, que vemos la singular actividad con que en Francia é Inglaterra se reimprimen varias versiones castellanas de la Biblia, y que en Barcelona solamente se han impreso diez mil ejemplares del Nuevo Testamento, por cuenta de una Sociedad bíblica extrangera. Y es de advertir que no solo se reimprimen traducciones hechas por autores no católicos, como es la del Nuevo Testamento que tengo á la vista, sin lugar de impresion, y solo con la fecha del año de 1817; sino que todas salen sin nota ninguna que aclare algo la inteligencia de vários lugares que