escuchaba los discursos de Phelippe, oyéndole todos con el mismo fervor, y viendo los milagros que obraba.
7 Porque muchos espíritus inmundos salian de los espiritados, dando grandes gritos.
8 Y muchos paralíticos, y cojos fueron curados.
9 Por lo que se llenó de grande alegría aquella ciudad. En ella habia ejercitado antes la magia un hombre llamado Simon, engañando á los samaritanos, y persuadiéndoles que él era un gran personage:
10 todos, grandes y pequeños, le escuchaban con veneracíon, y decian: Este es la virtud grande de Dios.
11 La causa de su adhesion á él era, porque ya hacia mucho tiempo que los traia infatuados con su arte mágica.
12 Pero luego que hubieron creido la palabra del reino de Dios, que Phelippe les anunciaba, hombres y mugeres se hacian bautizar en nombre de Jesu-Christo [1].
13 Entónces creyó tambien el mismo Simon; y habiendo sido bautizado, seguia y acompañaba a Phelippe. Y al ver los milagros y portentos grandísimos que se hacian, estaba atónito y lleno de asombro.
14 Sabiendo pues los apóstoles, que estaban en Jerusalem, que los samaritanos habian recibido la palabra de Dios, les enviaron á Pedro y á Juan.
15 Estos en llegando, hicieron oracion por ellos á fin de que recibiesen al Espiritu santo;
- ↑ Y del modo que el Señor les habia prescrito.