mas no eran de los nuestros [1]: que si de los nuestros fueran, con nosotros sin duda hubieran perseverado en la fé; pero ellos se aportaron de la Iglesia, para que se vea claro que no todos son de los nuestros [2].
20 Pero vosotros habeis recibido la uncion del Espíritu santo [3], y de todo estais instruidos.
21 No os he escrito como á ignorantes de la verdad, sino como á los que la conocen y la saben; porque ninguna mentira procede de la verdad, que es Jesu-Christo.
22 ¿Quién es mentiroso, sino aquel que niega que Jesus es el Christo ó Mesías? Este tal es un Antechristo, que niega al Padre y al Hijo.
23 Cualquiera que niega al Hijo [4], tampoco reconoce al Padre: quien confiesa al Hijo, tambien al Padre confiesa ó reconoce.
24 Vosotros estad firmes en la doctrina, que desde el principio habeis oido: si os manteneis en lo que oísteis al principio, tambien os mantendréis en el Hijo y en el Padre.
25 Y esta es la promesa que nos hizo él mismo, la vida eterna [5].
26 Esto os he escrito en órden á los imposlores, que os seducen.