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Página:La Sagrada Biblia (XIV).djvu/569

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CAPÍTULO V.

creeis en el nombre del Hijo de Dios, sepais que teneis derecho á la vida eterna.

14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que cualquiera cosa que le pidieremos conforme a su divina volundad, nos la otorga.

15 Y sabemos que nos otorga cuanto le pedimos, en vista de que logramos las peticiones que le hacemos.

16 El que sabe que su hermano comete un pecado que no es de muerte [1], ruegue por él, y Dios dará la vida al que peca no de muerte. Hay empero un pecado de muerte [2]: no hablo yo de tal pecador, cuando ahora digo que intercedais [3].

17 Toda prevaricacion, es pecado; mas hay un pecado que acarrea sin remedio la muerte eterna [4].

18 Sabemos que todo aquel que es hijo de Dios, no peca [5]; mas el nacimiento que tiene de Dios, por la gracia le conserva, y el maligno espíritu no le toca.

19 Sabemos que somos de Dios, al paso que el mundo todo está poseído del mal espíritu.

20 Sabemos tambien que vino el Hijo de Dios, y


  1. O no es de los que dejan sin recurso al pecador, bien que sea mortal.
  2. Como la apostasía, la impemtencia final, ú otro contra el Espíritu santo.
  3. Con tanta confianza de ser oidos. Heb. X. v.28.
  4. Por la obstinacíon del que peca.
  5. Como se mantenga tal. I. Joann. III. v. 6 y 9.