obras, y que tienes nombre de viviente, y estás muerto.
2 Dispierta pues, sé vigilante, y consolida lo restante de tu grey, que está para morir. Porque yo no hallo tus obras cabales en presencia de mi Dios.
3 Ten pues en la memoria lo que has recibido, y aprendido, y obsérvalo, y arrepiéntete. Porque si no veláres, vendré á tí como ladron, y no sabrás á qué hora vendré á tí [1].
4 Con todo tienes en Sárdis unos pocos sugetos, que no han ensuciado sus vestiduras [2]; y andarán conmigo en el cielo vestidos de blanco [3], porque lo merecen.
5 El que venciere [4], será igualmente vestido de ropas blancas, y no borraré su nombre del Libro de la vida, antes bien le celebraré delante de mi Padre, y delante de sus ángeles [5].
6 Quien tiene oidos, escuche lo que dice el Espíritu á las Iglesias.
—7 Escribe asimismo al ángel de la Iglesia de Philadelphia: Esto dice el Santo y el Veraz, el que tiene la llave del nuevo reino de David [6]; el que abre, y ninguno cierra; cierra, y ninguno abre: