8 Yo conozco tus obras. Hé aquí que puse delante de tus ojos abierta una puerta, que nadie podrá cerrar [1]; porque aunque tú tienes poca fuerza ó virtud, con lodo has guardado mi palabra ó mis mandamientos, y no negaste mi nombre.
9 Yo voy á traer de la synagoga de Satanás á los que dicen ser judíos, y no lo son, sino que mienten [2]: como quiera yo les haré que vengan, y se postren á tus pies; y entenderán con eso que yo te amo.
10 Ya que has guardado la doctrina de mi paciencia, yo tambien te libraré del tiempo de tentacion, que ha de sobrevenir á todo el universo para prueba de los moradores de la tierra [3].
11 Mira que vengo luego: manten lo que tienes de bueno en tu alma, no sea que otro se lleve tu corona.
12 Al que venciere [4], yo le haré columna en el Templo de mi Dios, de donde no saldrá jamás fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios la nueva Jerusalem, que desciende del cielo, y viene ó trae su orígen de mi Dios, y el nombre mio nuevo.