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San Agustín

unirme con Dios», no solo es bien propio y peculiar de los hombres, sino que primero y principalmente es un bien característico de los ángeles. Los que comunican y participan de este bien le tienen asimismo con aquel Señor con quien y entre sí se unen en una compañía santa, componiendo una ciudad de Dios la cual es un vivo sacrificio suyo, y un vivo templo suyo: de cuya parte, que es la que se va congregando de los hombres mortales para incorporarse con los ángeles inmortales, y que al presente anda mortal, peregrina en la tierra, ó que está descansando ya en los que ya murieron en los secretos receptáculos y moradas de las almas, observo que ya es conveniente examinar el origen y principio que tuvo, siendo su autor el mismo Dios, como se ha dicho de los ángeles, porque de un hombre que crió Dios en el principio, tuvo su origen el humano linaje, según el constante testimonio de las sagradas letras, las cuales obtienen en toda la tierra, no sin justa razón, admirable autoridad; y entre otras cosas que la misma Escritura dijo con verdadero espíritu divino, anunció que todas las gentes y las naciones la habían de dar entero crédito y fe.



CAPÍTULO X

De que es falsa la historia que pone muchos millares de años en los tiempos pasados.


Dejemos, pues, las vanas conjeturas de los hombres que ignoran lo que dicen sobre la naturaleza ó creación del género humano: porque unos, así como lo creyeron del mismo mundo, imaginan que siempre fueron ó existieron los hombres: y así Apuleyo, describiendo