Página:La ciudad de Dios - Tomo II.pdf/94

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
92
San Agustín

que Platón opinó con tanto acierto acerca de Dios, observando asimismo que su doctrina concuerda en gran parte con las verdades incontrastables de nuestra religión; por lo que imaginan muchos que cuando fué á Egipto oyó allí al profeta Jeremías, ó que en la misma peregrinación leyó los libros de los profetas, cuya opinión he estampado en algunos de mis escritos; pero ajustado cabalmente el cómputo de los tiempos conforine á las reglas de la cronología, resulta que desde la época en que profetizó Jeremías hasta la en que nació Platón transcursaron casi cien años: quien habiendo vivido sólo ochenta y uno, contando desde el año en que murió hasta el tiempo en que Ptolomeo, rey de Egipto, envió á pedir á los judíos las escrituras de los profetas de su nación hebrea, procurando interpretarlas y conservarlas por medio de la exposición de los 70 intérpretes hebreos que sabían también el idioma griego, pasairon casi sesenta años: de lo cual se infiere que Platón, en su peregrinación, ni pudo ver á Jeremías, como que había muerto tantos años antes, ni leer las mismaa escrituras, que aún no se habían traducido al griego, cuya lengua poseía, á no ser que digamos que, siendo este filósofo tan aplicado al estudio y tan instruído en las ciencias, tuvo noticia de ellas por intérprete, así como la tuvo de las egipeias, no para traducirlas por escrito, cuya operación dicen logró Ptolomeo que se efectuase á costa de una considerable gracia que les dispensó y por el temor que podía inspirarles el mandato real, sino para aprender según su capacidad cuanto en ellas se contenía, comunicando y tratándolo con otros sabios. Y para que así pueda presumirse parece nos lo persuaden los incontestables testimonios que se hallan en el Géncsis, donde se lee: (1) «Al principio hizo Dios el cielo y la (1) Génesis, cap. I: In principio fecit Deus caelum et terram,