CAPÍTULO III
2.15 Resta ya que consideremos las generaciones de los hijos de Noé, y que lo que pareciese conducente tratar de ellas lo coloquemos y describamos en esta obra, en la que vamos demostrando, siguiendo el orden de los tiempos, el discurso, estado y progresos de una y otra ciudad, es á saber, de la terrena y de la celestial. Principia, pues, á referirlas la Sagrada Escritura por el hijo mene que se llamó Japhet, y nombra ocho hijos suyos, y siete nietos de dos hijos de éstos; tres del uno y cuatro del otro, que en todos hacen quince; cuatro de los de Cam, esto es, del hijo segundo de Noé, y cinco nietos de un hijo suyo, y dos biznietos de un nieto, que en todos son once. Y habiendo referido éstos, retrocede como al principio y raíz diciendo (1): «Chûs engendró á Nemrod; éste empezó á ser gigante en la tierra; éste fué gigante cazador contra el Señor Dios; y por eso se dice como un Nemrod, gigante cazador contra el Señor: comenzó á reinar en Babilonia Orech, Archad y Chalanne en la tierra de Sennaar, de la cual salió Asur, y edificó á Ninive y á la ciudad de Robooth (2) y á Ca(1) Génesis, cap. X. Chus autem genuit Nemroth, hic cæpit esse gigas super terram: hic erat gigas venator contra Dominum Deum: propter hoc dicunt: sicut Nemroth gigas venator contra Dominum, et factum est initium regni ejus Babylon, Oreg, Archad, et Chalamne in terra Sennaar. De terra illa eriit Assur, et ædificavit Ninivem, et Robooth civitatem, et Calach, et Dasem inter medium Ninivis, et Calach, civilas magna.
(2) Rhesen ó Robooth era una insigne ciudad situada entre Ninive y Chalach.
