Página:La ciudad de Dios - Tomo III.pdf/269

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
267
La ciudad de Dios

descendencia después de ti por sus generaciones. Se circuncidará cualquiera varón que hubiere entre vosotros, y os circuncidaréis en la carne de vuestro prepucio, y servirá en señal del pacto que hay entre yo y vosotros. Todo infante que tuviere en vuestras generaciones ocho días, circuncidese, ya sea nacido en casa, ó esclavo comprado de cualquiera extraño, aunque no sea de tu sangre, se circuncidará, y estará la señal de mi pacto en vuestra carne en convención perpetua.

Y el alma del infante que no estuviere circuncidado en la carne de su prepucio al octavo día, será excluído de su pueblo, porque no guardó mi pacto. Y dijo Dios á Abraham: Sarai, tu mujer, no se ha de llamar de aquí adelante Sarai, sino Sara. Yo la echaré mi bendición, y te daré en ella un hijo, y será cabeza de muchas naciones, y descenderán de él reyes, caudillos y jefes de naciones. Postróse Abraham con el rostro hacia la tierra, riöse, y dijo en su corazón: ¡qué siendo yo de cien años he de tener hijo, y siendo Sara de noventa ha de parir! Y dijo Abraham á Dios: vivá, Señor, este Ismael, de manera que agrade en tu acatamiento, y dijo Dios & Abraham: bien está, ved aquí que Sara, tu mujer, te parirá un hijo; le llamarás Isaac; confirmaré mi pacto con él; será pacto eterno, seré su Dios, y de su descendencia después de él; y por lo tocante á Ismael, he oído tu petición: ved aquí que yo le he echado mi bendición y le he de multiplicar grandemente: engendrará y producirá does naciones, y le haré cabeza de una grande nación; pero mi pacto le he de confirmar con Isaac, que es el que te ha de parir Sara dentro de un año». Aquí están más claras las promesas de la vo cación de los gentiles en Isaac, esto es, en el hijo de la promisión en que se nos significa la gracia y no la naturaleza, porque promete Dios un hijo de un anciano y de una vieja estéril; pues aunque el curso natural de la