Página:La ciudad de Dios - Tomo III.pdf/333

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
331
La ciudad de Dios

como en tiempo de los apóstoles, muchos de la misma nación, y aun ahora no faltan, aunque muy raros, que crean, cumpliéndose en ellos lo que este hombre de Dios, prosiguiendo su vaticinio, añade: «vendrá á adorarle por un óbolo de plata»; ¿á quién ha de adorar sino á aquel Sumo Sacerdote, que es también Dios? Porque en aquel sacerdocio, según el orden de Aarón, no venían los hombres al templo ó al altar de Dios á adorar al sacerdote. ¿Qué significa lo de un óbolo de plata, sino la brevedad de la palabra de la fe, de quien refiere el apóstol que dice la Escritura (1): «que el Señor consumará y abreviará su palabra y doctrina en la tierra».

Y que por la plata se entiende la palabra ó divina doctrina, nos lo muestra el salmista, donde dice: (2): «que la palabra de Dios es palabra pura y casta, es plata acendrada y acrisolada al fuego». ¿Qué es lo que dice el que viene á adorar al sacerdote Dios y al sacerdote que es Dios? Acomódame en una parte de tu sacerdocio para que coma y me sustente de pan. No quiero que me coloquen y pongan en el honor y dignidad de mis padres, porque ya no existe tal dignidad; acomodame en una parte de tu sacerdocio (3): «porque prefiero ser uno de los más abatidos en la casa del Señor», contentándome con ser miembro de tu sacerdocio. Entiende aquí por el sacerdocio el mismo pueblo, cuyo sacerdote es el medianero de Dios y de los hombres, el hombre Dios Cristo Jesús. Y á este pueblo llama el apóstol San Pedro: «pueblo santo y sacerdocio real», aunque algunos hayan interpretado de tu sacrificio y no de tu sa(1) Isaías, cap. X, v. 28, y San Pablo, ep. á los romanos, ca pitulo IX. Verbum consumans, et brevians faciet Dominus super terram.

(2) Salmo 2, Eloquia Domini, eloquia easta, argentum igne examinatum.

(3) Salmo 85. Elegi enim abjectus esse in domo Domini.