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La ciudad de Dios

do los espacios del tiempo se muriesen, como si todos los demás manjares les sirviesen de sustento y alimen to, y aquel del árbol de la vida de Sacramento, de manera que entendamos que sirvió el árbol de la vida en el Paraíso corporal, como en el espiritual, esto es, en el Paraiso inteligible, la sabiduría de Dios, de quien dice el sagrado texto: lignum vitae est omnibus amplectentibus eam: «que es árbol de vida para los que lo abrazaren»».



CAPÍTULO XXI

De cómo el Paraíso donde estuvieron los primeros bombres, se puede bien entender que nos figura y significa alguna cosa espiritual, salva la verdad de lo que la historia refiere del lugar corporal.


Algunos alegorizan y refieren todo el Paraíso, donde dice verdaderamente la Sagrada Escritura que estuvieron los primeros hombres, padres del linaje humano, á las cosas inteligibles, y convierten todos aquellos árboles y plantas fructíferas en virtudes y costumbres arregladas para vivir bien, como si no hubiera habido aquellas cosas visibles y corporales, sino que se dijeron ó escribieron así para significarnos las cosas inteligibles. Pero no debe deducirse de esto que no pudo baber Paraíso corporal, por cuanto podemos entenderle igualmente que el espiritual, y tanto valdría asegurar que no hubo dos mujeres, Agar y Sara, y dos hijos de Abraham habidos en ellas, uno de la esclava y otro de la libre, porque dice el apóstol que se figuraron en ellas los dos Testamentos; ó que no corrió el agua de la piedra que hirió Moisés con la vara, porque allí, por una significación figurada puede entenderse también Jesucristo,