Consecuencias ambientales
» Cambio climático
» Desertización y degradación del suelo
» Pérdidas de la biodiversidad
» Contaminación de los océanos
» Aumento de los desastres naturales
Con esto a la vista podemos advertir que el modelo económico mayoritario que hoy conocemos, ligado al sistema capitalista de producción y consumo en el mundo global en el que vivimos, es claramente incoherente e irresponsable. Se puede decir que los sistemas de producción de carácter lineal, a los que estamos acostumbrados, se comportan como si consideraran los recursos naturales, y por consiguiente las materias primas, ilimitados y dados, rigiéndose por elementos estrictamente internos o economicistas, y sin tener en cuenta los impactos negativos y las externalidades que generan en términos económicos, sociales y ambientales sobre el entorno.
ESQUEMA DE LA ECONOMÍA LINEAL
Todos los impactos se traducen en un deterioro de los distintos capitales con
los que cuenta una sociedad: capital financiero, social, natural… La situación
se agrava aún más si se tiene en cuenta que el proceso de globalización
está incidiendo en el traslado de los residuos, y, por tanto, de una parte muy
importante de los riesgos sobre el medioambiente y sobre la salud humana,
desde los países más prósperos a los países menos desarrollados, que, por
regla general, contarán con una legislación ambiental menos restrictiva o al
menos con prácticas ambientales más permisivas, además de estar dotados
de una menor tecnología para el tratamiento de dichos residuos.
Pero, además, el traslado de riesgos y problemas ambientales de los países
más ricos a los más pobres no solo se centra en el vertido de residuos,
también se encuentra aguas arriba en el proceso productivo. En este
siglo, las materias primas se han convertido en un elemento estratégico