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VELOCIPEDO PARA EL HIELO.

VELOCIPEDO AMERICANO PARA MANOS Y PIES.

VELOCIPEDO DE UNA RUEDA DE HEMMINGS.

VELOCIPEDO PARA


concebir; hácia el Poniente y en el horizonte se veian en primer lugar una cordillera de cerros de un hernioso color azul dibujarse sobre un cielo cubierto de nubecillas ligeras de colores muy variados al Suroeste, y a cosa de 400 metros de distancia se destacaba el cono del volcan de fuego oculto en la parte inedia por la eminencia ó mamelón, como le be llamado al promontorio de rocas eruptivas que se ha formado en una antigua meseta denominada Las Playitas, que existía antes en aquel lugar. El espectáculo á la vez que grandioso era imponente; la superficie del mamelón es rojiza y erizada de picos de figuras caprichosas; de su vértice y de algunos puntos «ie las vertientes del volcan sale una columna de humo constante, blanca en el medio, azulada á los lados y negruzca A la parte superior, donde luego toma la forma de nube; al Norte próximamente, se levanta del centro de una série de eminencias cubiertas de vegetación el pico del Nevado formando un contraste con el aspecto imponente del de Fuego; por último, hacia los otros lados se ven las vertientes de los volcanes, formando cañadas y barrancos revestidos de vistosa vegetación seguidas de grandes explanadas, donde se distinguen á distancias las poblaciones y rancherías de los Alcaraces, Quesería, Tonila, San Marcos, Tuxpan, Zapotillic, Espanatica, Dolores y Cajita, más allá una cordillera de cerros muy lejanos. A las seis y medía y á mi pesar, tuve que retirarme de aquella altura.

«Durante este dia no observamos fenómeno alguno que tuviera relación con la erupción del volcan; ningún ruido subterráneo, movimientos de tierra ó desprendimientos de masas incandescentes como sucedía antes; solamente se oían con frecuencia los ruidos que producían los derrumbes.

»La temperatura de este dia fue:

19° á la una de la tarde

10° á las seis y media »

10° á las ocho de la noche.

Día 23. — I.a madrugada de hoy es hermosa; los volcanes están despejados, la atmósfera limpia, los derrumbes continúan como ayer, se siente un frío muy intenso, la columna de humo del vértice del mamelón se eleva verticalmente hala una altura mayor que los otros días.

(Queriendo examinar los efectos de la erupción y el vasto terreno que nos rodeaba, salimos de la carpa á las cinco de la mañana con dirección á una de las mayores alturas de los cerros de Las Playitas, siendo envueltos á cosa de las siete, por una espesa neblina y un viento Norte, frió y húmedo que mojaba nuestros vestidos, y los que nos pusieron en la imposibilidad de poder continuar nuestra marcha por aquellas vertientes apenas accesibles, donde á cada momento resbalábamos, y donde á consecuencia de la niebla quedábamos sin vernos unos á otros, no bastando á veces para reunimos, que nos llamásemos en alta voz; para evitar estos inconvenientes, nos dirigimos hacía una parte de la meseta de Las Playitas, aun no invadida por la lava que queda entre esta y los cerros de donde bajamos. Al llegar vimos desprenderse de la parle superior del cantil, que tenia cosa de.40 metros de altura una gran masa de lava, que arrastró consigo otras menores, formando en todo un derrumbe de mucha consideración , envolviéndonos ligeramente los vapores y polvareda que se levantaron, dejándonos percibir un olor particular que no pudimos definir; lo qué una gran piedra que cayó cerca de nosotros de cosa de 80 metros cúbicos, y tuve que retirar violentamente ¡ni mano por lo caliente que se halla-