Página:La leyenda del Cid.djvu/13

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
III
INTRODUCCIÓN

tu recuerdo siempre fresco,
como laurel inmarchito,
arraigado en mi memoria
sombreando mi alma ha ido.
Fotografiado he llevado
en mis pupilas el sitio
donde á orillas del Arlanza
elevas tus edificios;
y el susurro de tus olmos,
y el murmullo de tu rio,
y el timbre de tus campanas
he llevado en mis oidos.
De tí jamás un recuerdo
me dio al corazón martirio,
de tí jamás una espina
se me enconó en el espíritu.
Tus memorias, juguetonas
cual tus corderos merinos,
sabrosas como tu leche,
doradas como tus trigos,
por do quier para mí fueron
de mis penas lenitivo,
de mis esperanzas faro,
de mis dolores alivio.
Tu espolón entre dos puentes,
el torreado frontispicio
del arco imagineriado
que restauro Carlos quinto,
tus desmantelados cubos,
tus arabescos postigos,
tus agudos campanarios,
tus cruceros cupulinos,
tus filigranadas torres,
tus nobles templos tan ricos
en cresterías y mármoles,
en verjerías y vidrios,