Página:La linterna mágica - Vol. 8.djvu/164

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
160 — Poesías de Cuellar.

Déjame solo y triste cruzando mi camino,
Lanzando por do quiera los ayes del pesar;
No es uno mismo, Tisbe, nuestro fatal destino,
Tú goza, yo entretanto camino sin cesar.

Tú encontrarás al paso ardientes amadores
Cual mariposa leve que va de flor en flor;
Prodiga tus encantos, regala tus amores.
Apura los deleites sin tregua ni aflicción.

Por qué congoja fiera te arranca de los ojos
El llanto cuando miras á tu cantor sufrir?
Rie voluptuosa, Tisbe, olvida los enojos,
Entre el tumulto piérdete de espléndido festín.

Qué importa que yo triste, cual cárabo nocturno,
Tan solo notas lúgubres exhale mi laúd,
Que cruce por el mundo callado, taciturno,
Ó que me postre débil al peso de mi cruz?

Qué importa al mundo el eco de mi dolor? ¡se ríe!
Y á tí ¿por qué te hiere mi acento? ríe también;
El mundo en sus festines con júbilo se engríe,
Y tú, con tus amantes, olvida lo que fué.