Si retornamos al último texto proustiano citado, no ya desde la perspectiva de la critica al lenguaje usual y reparamos en la concepción con respecto a lo que la música no pudo ser, resalta la importancia de lo que efectivamente es y de lo que la convierte en representante de las otras artes para la reflexión estética. El héroe, ante la insignificancia general de las personas que hablan en el intervalo, sólo recuerda a su amada Albertina, a quien asocia con la frase tierna. _ Se reanuda el septeto. Cada tanto reaparece una frase de la sonata, pero variada en ritmo y acompañamiento, por lo que es a la vez, la misma y distinta, ”como las cosas que vuelven en la vida" (V, 279), (lll, 259). Se encuentra aqui’ la ley general de las resurrecciones metafóricas de la memoria ¡nmanente en la música misma, en su modo de ser y revelada, también, por consiguiente, por ella. Las frases musicales aparecen y desaparecen como las reminiscencias de impresio- nes. Y como éstas, sobre todo, cada aparición, es y no es igual a las anteriores. Como las cosas de la vida, como las impresiones, hay en dos reapariciones de una frase algo común, una esencia que permanece y hay diferencias en las condiciones de su aparición. Claro está que, por otra parte, Ia función del olvido es mantener la impresión originaria tal cual fue vivida. Las apariciones variadas, pero con una esencia común de la frase, recuerdan a la metáfora visual de EI puerto de Carquethuit de Elstir, y anuncian la visión estético-gnoseológica de la metáfora literaria como un preciso instrumento de óptica, es decirdel telescopio de la memoria que descubre las impresiones pasadas. La música también sintetiza y une, en el desarrollo formal, dos apariciones diversas de una frase, dos frases que se han desarrollado por un camino distinto y que sorpresivamente se convierten en una sola, en un encuentro. Pero también, en una frase musical resulta difícil comprender las afinidades que les asigna el pasado de un músico. Pero que sólo se encuentran en su obra como "divinidades familiares”. Nuevamente se establece aquí una referencia a la importancia de la memoria y del recuerdo, en el origen de la composición musical. Las frases de Vinteuil se suceden y reaparecen como las reminiscencias y resurrección de las impresiones. El héroe reconoce varias frases que realizan una especie de ronda, protegidas por un velo musical, que Vinteuil levanta en torno a ellas- . Hay alguna que parece una danza, otra que recuerda la sonata, una tercera, también de la sonata, casi i rreconocible. Las frases atraen a otras, que una vez que son dominadas se incluyen en la "ronda 119 ción personal, de- acuerdo con la propia concepción de la lectura de Proust.
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