Página:La música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust.djvu/126

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tocado pocas veces, pues sabía que lo que le interesaba al héroe, era lo que todavía permanecía obscuro. Las ejecuciones sucesivas ponían en funcionamiento la labor de la inteligencia, que al unir lineas fragmentarias de la construcción, que al principio parecía encerrada en la bruma, revelaba su naturaleza extraña a la música. El trabajo de ‘modelación de lo informe producía alegría, al principio, al espiritu del héroe. La música que Albertina tocaba determinaba en el héroe una desigual visión de las diferentes frases; según que lograra aclararlas y comprender la construcción al unir sus trayectos, pero, a la tercera o cuarta ejecución, la inteligencia del héroe habia descubierto todo Io que deseaba. Pero todavía no pasaba a otra obra, pues al disipar el misterio de una composición, la ”labor nefasta" de la inteligencia dejaba, sin embargo, un provecho para la reflexión. Y cuando dejaba de escuchar una pieza habia para el héroe un trozo menos de música en el mundo y una verdad más (V, 403-407),(IIl, 371-375). La música es heterogénea a la inteligencia, lo que no puede sostenerse del mismo modo de las otras artes. Se pueden obtener verdades por la inteligencia, pero a costa de la suspensión del modo de ser de la música. Muchas veces el héroe pedía a Albertina que tocara música de Vinteuil sin sufrir por sus celos. Lo que había permanecido en la música escuchada en La Raspeliére, como apenas incipiente e inadvertido, presentaba ahora una forma deslumbrante. También podian distinguirse algunas frases disimuladas. Y otras que le habían parecido al héroe feas, al conocerlas bien, experimentaban una transmutación. Frases de otras obras eran reconocidas en las nuevas, como una de cierta Variación religiosa para órgano totalmente inadvertida en el septeto. Y aquellas frases deljúbilo del mediodia de las campanas que habían alejado al héroe de la obra, eran lo que ahora más le gustaba. La dificultad en la recepción, que al principio producen las obras maestras, puede ser atribuida a una impresión original más débil o al esfuerzo para develarlas (V, 406), (Ill, 373). En otros textos, como se ha visto, Proust se decide por la última alternativa, pero esto, a su vez, depende del modo de ser de las obras maestras, que destruyen lo común del hábito y establecen un nuevo orden. Pero la importancia que le atribuye en este texto a la debilidad de la impresión inicial, prueba quetodo el párrafo está_encarado desde el punto de vista de las impresiones artísticas en general y de su modo de ser recibidas, y de las impresiones musicales sin recuerdo, en particular. La literatura también se presenta 127 Albertina en la pianola elegía piezas completamente nuevas o que había