Página:La música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust.djvu/148

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Lo que reúne el aroma de una flor y el espectáculo de un salón, el gusto de una magdalena y la emoción de un amor es el signo, y el aprendizaje correspondiente. El aroma de una flor, cuando significa, rebasa -a la vez- las leyes de la materia y las categorías del espíritu. No somos nifísicos ni metafísicos: hemos de ser egiptólogos. Pues no hay leyes mecánicas entre las cosas, ni comunicaciones voluntarias entre los espíritus. Todo está implicado, todo está complicado, todo es signo, sentido, esencia. Todo existe en estas zonas obscuras donde penetramos como en criptas para descifrar al l í jerogl íficos y lenguajes secretos. El egiptólogo es aquél que recorre una iniciación —eI aprendiz“. haber considerado los caracteres como una sucesión de símbolos". Genette en ”Proust pa|impsesto", con indudable apoyo en los textos novelescos, ha visto en la novela y sus personajes, un palimpsesto, un documento antiguo con múltiples inscripciones, estratos, capas, sedimentos para descifrar y que parecen sustituirse y anularse unos a otros: “La escritura proustiana se vuelve de tal modo, entre sus intenciones conscientes y su realización real, la víctima de una inversión singular: destinada originalmente a despejar esencias acaba por constituir o restituir espejismos, destinada a reunirse mediante la profundidad sustancial del texto con la sustancia profunda de las cosas, termina en un efecto de sobre- impresión fantasmagórica donde las profundidades se anulan mutuamente, donde las sustancias se devoran unas a otras". Genette, quien, con posterioridad a este texto, ha hecho desarrollos interesantes sobre la narratología, con apoyo en textos proustianos, aquí acentúa el no poder avanzar más allá de las apariencias de la escritura de Proust. Observemos que el carácter hipotético del pensamiento de Proust en zonas metafísicas, como se ha mostrado en este trabajo, mantiene un componente de escepticismo, aún en cuanto a las posibilidades de comprensión del alcance de la música. Pero para Genette, Proust no llega a un realismo esen_cialista: "Esta escritura supera el nivel ‘superficial’ de la descripción de las apariencias pero no para alcanzar el de un realismo superior (el realismo de las esencias), ya que, por el contrario descubre un plano de la realidad donde la fuerza de plenitud se anonada por sí misma"‘93. 151 Con algunas coincidencias con la interpretación de Deleuze, Gerard