recuperación del tiempo y su fijación en una obra artística y ll) las experiencias, impresiones y visiones de la inteligencia de la propia vida, como materia de Ia obra literaria. Esta segunda iluminación no alcanza la importancia de la primera y fundamental, está subordinada a ella, yen rigor no concierne de igual modo atodas las artes, ya que requiere de las verdades que la inteligencia capta directamente. En la reconstrucción de la vida, las verdades de la inteligencia se apoyan en las verdades halladas en nosotros mismos. Y así se obtiene la esencia común a las observaciones de gestos, movimientos, modos de pronunciar palabras, considera- dos desde la perspectiva subjetiva de lo que elhéroe siente. Pero lo qhe es vivido como individual, por mérito del arte es recibido y comprendido como verdadero por otros, por los lectores, para convertirse entonces, por esta aceptación, es una ley general. Pero también en el terreno de la psicología amorosa, Gilberta, Albertina, la duquesa de Guermantes confirman verdades generales (compartibles por los lectores) sobre el carácter subjetivo e ideal del amor. Es como si el proceso de individuación amorosa que Proust ha descripto, a propósito de las muchachas en flor, lleváse, luego del desarrollo del amor por Albertina, como modelo doloroso que posa para la obra de arte, a una generalización Iegaliforme, válida para todos los que nos reconocemos en ella y por eso a una verdad esencial. son los grandes descubrimientos que Proust destaca: I) lo extratemporal, Ia 154 ya no existían me parecía que habían vivido una vida que sólo a mi’ había beneficiado, me parecia como si hubieran muerto por mí. Me era triste pensar que mi amor, al que tanto me aferré, estaría en mi libro tan desprendido de un ser determinado que diversos lectores lo aplicarían exactamente a lo que ellos sintieron por otras mujeres. Pero ¿debía escandalizarme por esta infidelidad póstuma y porque éste y el otro pudieran poner otras mujeres como objeto de mis sentimientos, cuando esta infidelidad, esta división del amor entre varios seres, había comenzado en vida mía e_ incluso antes de que yo escribiese? Bien había ‘sufrido yo sucesivamente por Gilberta, por madame de Guermantes, por Albertina. sucesivamente también, las había olvidado, y sólo fue duradero mi amor dedicado a diferentes seres. La profanación de uno de mis recuerdos por lectores descono- Todos aquellos seres que me habían revelado verdades y que
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