Página:La música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust.djvu/23

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fugacidad esencial, a su comunicación universal como lenguaje, a su modo de ser inmaterial e invisible que, sin embargo, tiene su presencia y a Ia invitación a Ia creación en todas las artes que extiende la obra musical a sus receptores. Pero también nos lleva al amor. Cabe por otra parte, anotar dos textos importantes predecesores de la pequeña frase. En el primero de ellos, ”Melancólicas vacaciones de Madame de Breyves", incluido en Los placeres y los días, se trata de una frase de Los maestros cantores de Wagner, que corresponde al personaje protagónico de la ópera, Hans Sachs”. En principio, esta frase tiene un significado estrictamente amoroso pues posee el don de evocar al hombre amado. La experiencia musical nos lleva al ser impresión de la música, a su ...Había hecho de ella sin querer el verdadero leit motiv de concierto, rompió a llorar. De vez en cuando, no demasi.ado a menudo para no cansarse, se encerraba en su cuarto, a donde habia hecho cambiar el piano, y se ponia a tocar aquella frase, cerrando los- ojos para verle mejor; era su único goce embriagador, con finales desencantados; el opio sin el cual no podía pasar“. Pero en este estudio ficcional de la naturaleza subjetiva e imaginaria del amor se encontrarán también otros componentes relevanteszel carácter involuntario de la evocación musical, la profundidad embriagadora de la música y su conexión con el dolor y la nada. Y el desarrollo posterior concluye con una cita (no literal y completa) de Baudelaire, que afirma que hay sensaciones cuya vaguedad no excluye la intensidad y hace referencia al "pinchazo" del infinito". Puede agregarse que Hans Sachs se destaca en la ópera wagneriana, por su ren unciamiento al amor. En el otro texto fundamental, jean Santeuil, hay relevantes referencias a la música en relación con la memoria y las reminiscencias, como el pasaje dela sesión del pianista Enrique Loisel, donde un vals lleva al protagonista a la búsqueda de su reconocimiento, la que concluye no en una frase, sino en la sonoridad de un viejo piano familiar. Mas el fragmento de mayor relación es el referido a la sonata tocada por Francisca, la amada de Jean. Aqui-la sonata es de Saint-Saéns y vuelve a ligarse al amor, a su fragilidad y al dolor. Pero la nada y la muerte son confrontadas a la permanencia de la pequeña frase: 24 Monsieur de Laleande, y un día, oyéndola en Trouville, en un