hacia lo metafísico y hacia una espiritualidad platónica, como solución de todas las disonancias y como moral del arte. En la Recherche, Proust no vuelve a un platonismo de procedencia ruskiniana, que, como testimonian sus trabajos sobre Ruskin, había superado ya. E I recuerdo remite, en la Recherche, a Ia inmanencia de una experiencia que necesita del déjá vu, de la distancia vivida entre Ia primera percepción perdiday el reconocimiento posterior. Por eso, el tiempo reencontrado parece remitir -en apariencia- a una patria trascendente y a una existencia atemporai aunque, en realidad, remite a un más allá terrenal: el mundo único e irrepetible del yo narrador, que el recuerdo hace perceptible, y el arte comunicable 7°. tación de la famosa página de la muerte de Bergotte, y elogia el paso excepto la belleza, pues venidos a este mundo la captamos con la vista, el más claro de nuestros sentidos, por brillar ella también. Para Platón sólo a la belleza le ha correspondido ser lo más manifiesto y susceptible de despertar amor (Fedro, 250 b-d). Pero el libro X de la República condena las artes imitativas de objetos sensibles que alejan al alma de la Idea y El banquete establece que llegar a la Belleza es posible por la erótica. Estas cuestiones tienen relación con la proyección material de la música en Proust y fundamentalmente, como veremos, con la metafísica de la música de Schopenhauer. Vinteuil ha despojado a la frase de su velo y ha hecho el esfuerzo de reflejar su verdad, sin agregar concesiones ajenas. Pero la memoria y la inteligencia habituales que han sido rechazadas en su comprensión de la esencia musical, abren camino aquí, a una forma de memoria que retiene el discurso musical, lo que anticipa la reflexión sobre la frase de Chopin. Es posible prever el desarrollo de las partes de la sonata que el pianista de los Verdurin no ejecutaba, como una consecuencia necesaria, como una conclusión de una premisa, advierte Swann. rPero la memoria es memoria dela música misma y no reminiscencia de otra impresión pasada. Es decir, es memoria artistica, consustanciada como el modo propio de ser del arte musical, en donde, desde el clasicismo, las secciones del desarrollo son lasmás importantes. Así lo corrobora la admiración de Proust por Beethoven y por Wagner, quien extiende la lógica musical a la ópera. Pues Proust 51 Para Platón las ideas no posee l ningún resplandor en el mundo sensible,
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