Página:La música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust.djvu/71

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nunca una persona, piensa el héroe al escuchar, desde su cuarto del hotel de Balbec, tocar con languidez unos trozos de Schumann. En la evolución musical, Proust liga a Schumann con César Franck y establece Ia siguiente secuencia de desarroilo: Beethoven-Schumann-Wagner-Franck-Debussy-Moussorgsky. La filosofía y Ia música alemana (wagneriana) son renovadoras como el teatro de ideas, Maeterlinck, el impresionismo pictórico y mas tarde los Bai/ets russes. Pero Ia admiración por Wagner, no anula, como cree Saint-Loup, el aprecio simultáneo por Offenbach (y por los escritores Meilhac y Halévy, que son sus Iibretistas y autores dramáticos), como Baudelaire no anula a Merimée, aunque ambos tengan derecho a objetarse entre sí. Es decir, no sólo las escuelas que devienen en el tiempo, pueden valorarse a pesar de su oposición, sino también las que se enfrentan simultáneamente. El criterio de posibilidad de progreso que hemos denominado positivista, es satirizado por el héroe y el narrador en el personaje de Madame Cambremer—Legrandin, que considera que Pelléas es más bella que Parsifal, porque la obra de Wagner tiene frases cad ucas por melódicas. Además estima que su suegra, Madame Cambremer, no es música por su formación chopiniana. Chopin no es música y por Io tanto, no pude ser ejecutado bien, ni Ia suegra ser una gran pianista. De Madame Cambremer- Legrandin, comenta el narrador: La música, por su parte, tiene un poder de exasperación al que no llega bastante de izquierdas”, se representaba no sólo que la música progresa, sino que progresa en una sola linea y que Debussy era en cierto modo un super-Wagner, un poco más avanzado aún que Wagner. No se daba cuenta de que, si Debussy no era tan indepen- diente de Wagner como ella iba a creer pasados unos años, porque después de todo nos servimos de las armas conquistadas para acabar de liberarnos del que ahora hemos vencido, ahora, después de la saciedad que se comenzaba a sentir de las obras demasiado comple- tas, en las que todo esta dicho, procuraba satisfacer una necesidad opuesta (IV, 247-248), (II, 815). Porque se creía "avanzada” y (solamente en arte) "nunca 72 ¿No habría que tener en cuenta el criterio de progresocon respecto ala