Página:La maestra normal.djvu/73

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

JO MANUfíl^ GÁI.VEZ

a las Gancedo. — Todo e! mundo lo dice. En cambio, usted, Raselda...

No se atrevió a concluir la frase, pero ella le miró como interrogándole, como animándole.

—En cambio a Usted... sólo por verla... vale la pena venir a La Rioja — balbuceó Solís, mirándola en los ojos.

Raselda sintió un suave placer en oír aquellas palabras, aunque se trataba de una vulgar galantería.

—Es demasiado amable el señor — contestó sonriente, sonrosada, mirándole como con agradecimiento.

Quedaron silenciosos otra vez. Un carruaje que pasaba, con forasteros prolongó la breve pausa.

Solís observó a Raselda. Tenía un tipo muy provinciano. De estatura mediana, más bien baja, no carecía de cierta elegancia natural. Era bien formada y repleta de carnes sin llegar a ser gruesa. Cuando caminaba, sus senos, redondos y blandos, mal sujetados por los amplios corsés que se usan generalmente en los pueblos, se movían con movimientos apenas perceptibles. Su rostro era en óvalo y de ese color tostado, de un moreno suave y cálido, tan común entre las mujeres provincianas. Tenía manos y pies pequeños, cabellera abundante y oscura, ojos negros, profundos. Había en su rostro cierta expresión de bondad. El pausado movimiento de sus párpados tornaba lánguida su mirada. Los labios eran un poco gruesos; en el labio superior aparecía un vello suave. Hablaba con voz dulce y acariciante y tenía muy pronunciada la tonada local; se comía las eses. Su piel parecía tibia y húmeda. Solís no dudaba que fuese un temperamento pasivo, sentimental, quizás soñador.

—¡Qué lindo es su nombre! — exclamó Solís naturalmente, cortando el silencio.

—¿Le gusta? — preguntó Raselda levantando hacia él sus grandes ojos confiados, y halagada porque, evidentemente, Solís había estado pensando en ella.

— Mucho; parece nombre de novela.

Y agregó, mirando al cielo:

—Raselda, Raselda... Es un nombre romántico, suave, sedoso...