- Por otro lado, Iquique representa el primer gran proyecto colectivo como nación chilena, que fue la Guerra del Pacífico, que expandió un sentido de nación en los sectores populares. Condensa un sentido colectivo, de triunfo compartido, del poder del Estado, de soberanía popular.
- Por último, Iquique es el espacio de lo heroico, es el lugar donde murió el primer gran mártir republicano, Arturo Prat, es más, los mismos obreros salitreros rememoran esta gesta antes de ser acribillados, en tanto orgullo de morir donde murió Prat.
La travesía hacia Iquique nada tiene de casual, es un espacio en la memoria de los obreros. Ya antes sus padres, familiares, amigos o, quizás, ellos mismos habían marchado triunfantes por los mismos desiertos y habían contemplado con ojos victoriosos el paisaje de Iquique. Por su parte, Eduardo Devés[1] describe con bastante exactitud el carácter inorgánico que evidenciaba en un principio la marcha a Iquique, y que fue adquiriendo potencia en el transcurso de los días, es más, en fecha cercana había convocado un gran mitin en Zapiga, por lo que no es plausible argumentar la acción concertada, sino que fue la potencia simbólica de Iquique lo que provocó tal magnetismo en el movimiento huelguista.
¿Pero cómo es posible movilizar tal contingente de población tan dispersa en el territorio? De esta pregunta emergen dos cuestionamientos. Por un lado ¿Cómo se logró generar tal nivel de expansión territorial y coincidencias en las reivindicaciones obreras? Y un segundo punto “operativo” ¿Qué medio hizo posible el trasladó de tal contingente de población a Iquique?
Respecto del primer cuestionamiento, es crucial reconocer el impacto de las mancomunales y especialmente de la prensa obrera en la conciencia trabajadora. Era un movimiento ilustrado, en especial bajo el influjo ácrata, quienes veían en la educación un medio de emancipación proletaria. Así se organizaban escuelas populares, se editaron una serie de periódicos y aunque los trabajadores fueran analfabetos, se les leía para que estuvieran informados y desarrollaran su conciencia como trabajadores. Se puede afirmar, de esta manera, que las mancomunales desarrollaron y construyeron una conciencia obrera en todo el territorio —con especial intensidad en el norte—, que a través de un trabajo sistemático lograron abarcar casi todas las oficinas salitreras del Norte Grande de Chile y desarrollar un nivel orgánico en el movimiento obrero.
Por otro lado, son simbólicas las estrategias de desplazamiento que utilizan los huelguistas para trasladarse a Iquique, ya sea tomando —o secuestrando—locomotoras o caminando por la línea férrea, fue el tren el camino por el que transitaron la mayoría de los miles de obreros para llegar a Iquique. Parafraseando a Spencer, quien argumentaba en su modelo organicista de la sociedad que las
- ↑ Devés, Eduardo. “Los que van a morir te saludan. Historia de una masacre: Escuela Santa María de Iquique, 1907”. LOM Editores, Santiago 2002.