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Página:La masacre de la escuela Santa María de Iquique.djvu/41

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vigente, pago en fichas utilizables en las pulperías de las salitreras. Los empresarios salitreros no dieron una respuesta satisfactoria a los obreros.

El gobierno ordena al ejercito intervenir y poner término a esta movilización. El 21 de diciembre, Silva Renard, oficial a cargo, instruye el desalojo de los obreros y de las familias que ocupaban la Escuela Santa María de Iquique. Resuelve que en un plazo de cinco minutos se tenía que desocupar el establecimiento lo que no ocurre, por lo que ordena la descarga de metralla.

Los Partidos Políticos y la Cuestión Social

Los partidos políticos existentes se involucran progresivamente en esta realidad, abordándola por supuesto de manera diversa, según sus propias lecturas, intereses y visiones de futuro, esto se plasma en sus convenciones, programas e intervenciones en el Congreso Nacional.

El partido Conservador es el más antiguo y el primero que gobernó en Chile, considerado un partido de la clase aristocrática y terrateniente, recepciona no obstante, la doctrina social de la Iglesia como marco de referencia para enfrentar esta apremiante realidad, destacando don Juan Enrique Concha, quién recoge de la encíclica Rerum Novarum ideas para la acción política, en la Convención del año 1918 el Partido Conservador incluye en su programa la legislación social como eje central de sus planteamientos.

El partido Radical se conforma por un grupo de liberales disidentes que derivará en una manifestación poderosa de la mesocracia en nuestro país, dando expresión política a la nueva burguesía, a la clase media, contando entre sus integrantes una notable presencia de masones y por lo mismo una visión laica de la sociedad. El programa del partido incluía cuatro puntos: reforma constitucional, supervisión estatal de la educación, descentralización administrativa y libertad de sufragio. En 1906 Valentín Letelier es elegido presidente de los radicales y la convención del partido acuerda: “La Convención declara que es deber moral, obligación jurídica y obra de previsión política no abandonar a los desvalidos en la lucha por la vida, especialmente a los pobres que viven del trabajo diario y que en consecuencia se deben dictar aquellas leyes y crear aquellas instituciones hasta donde se pueda, sin daño del Derecho, en pie de igualdad con las otras clases sociales”.[1]

El Partido Liberal mostraba como un gran triunfo del periodo reciente la resolución de las llamadas “cuestiones doctrinarias”, que se expresó en las leyes que separaban a la iglesia con el Estado. La “cuestión social” es determinante en el quiebre del partido, pues se enfrentan por una parte los antiguos liberales o pipiolos y los nuevos liberales, que ven desde el partido al Estado como un instrumento de intervención en los asuntos sociales.

  1. Convención del Partido radical de 1906, Editorial Comercio 1909.