movimiento de mano de obra. Lo que explica el decaimiento de Valparaíso como centro neurálgico del comercio y la industria nacional, en tanto los esfuerzos y recursos se redireccionaron hacia el norte en desmedro del puerto, que se suma a un decaimiento de Chile en el comercio mundial del trigo y cobre a partir de 1860.
Desde una óptica sociodemográfica, esto implicó el traslado de compatriotas para “chilenizar” estos territorios atraídos por la explotación del salitre. Es interesante analizar de qué manera operaron los mecanismos y estrategias de atracción poblacional hacia el Norte Grande, que posibilitaron en un corto tiempo no sólo instalar una institucionalidad Estatal y económica, sino un sentimiento de “chilenidad”,[1] lo que reviste vital importancia, pues las estructuras económicas precapitalistas tendían a limitar la movilidad de la mano de obra, por lo que el gran tema que debía enfrentar la industria salitrera era cómo instalar la institución del mercado de trabajo asalariado, y para ello utilizó una diversidad de estrategias que le posibilitara tener un ejército de trabajadores que sirviera a la vez de fuerza de trabajo y de factor de ajuste. Dentro de los grupos, estrategias y oleadas migratorias al Norte Grande cabe mencionar:
- el contingente miliar movilizado por la Guerra del Pacífico fue el primer gran movimiento de población a la zona, y es en base a éste que se chileniza la región;
- un segundo contingente provino de los pequeños productores mineros del Norte Chico, que ante el decaimiento de la industria del cobre migran en búsqueda de mejores perspectivas laborales;
- población que se desruraliza es la que antes habitaba en haciendas o realizaba trabajos temporales, que ante mejores perspectivas abandona el mundo campesino, y población obrera que habitaba los aglomerados urbanos consolidados (Santiago, Valparaíso y Concepción);
- jugó un papel importante en la movilización de la población rural y urbano empobrecida la estrategia del “enganche”, que eran personajes que deambulaban por campos y ciudades, los cuales motivaban a los trabajadores —en base al engaño respecto de los salarios y condiciones laborales— para movilizar trabajadores al norte grande [2]; y una vez ahí instalados, se aplicaban una serie de mecanismos coercitivos para retenerla (retención de salarios, cobros abusivos para mermar capacidad de ahorro, pago con fichas, etc.), lo que marca una continuidad con el pasado colonial;
- burocracia y autoridades que constituyen la presencia institucional del Estado de Chile (que va desde intendentes, alcaldes, ejército, profesores, etc.);
- capitalistas nacionales e internacionales ligados a las actividades productivas, de transporte y comercialización de la producción salitrera;
- profesionales y comerciantes relacionados a la prestación de