simulación del Frande en sns nil formas. Temen al hombre sineero: ¿cómo le perdonarían el privilegio de ser libre, de hablar sin reticencias, de vivir sin engañar!
Las virtudes no son, acaso, un violento reproche a los que carecen de ellas? Donde la moral de los más está falseada, el valor de los caracteres se tasa con moneda falsa; usar llave parece una irreverencia donde se acostumbra violar puertas con ganzúa.
Sólo es útil a su sociedad el que se aparta del fraude que le rodea, renunciando a beneficiarse de él. Este es el sentido profundo del Cristo primitivo, cuya personalidad legendaria aparece eu la historia de la ética como un símbolo de rebeldía contra el farisaísmo de los hipóeritas y de los fraudulentos. "El mérito del bien está en hacerlo, aunque no sea comprendido, ni estimaslo, ni agradecido; vivamos la Moral, es lo que hace falta" dijo el filósofo. Sólo después de vivirla adquieren los hombres el derecho de predicarla. La única recompensa de la sabiduría y de la sinceridad es la autoridad moral; puede medirse por el eco de la palabra, que llega a todas partes, tanto donde lo temen como donde lo esperan.
Grecia tuvo eminentes moralistas; los conocéis.
Pero la moralidad práctica de los griegos nunca se elevó hasta el nivel de sus teorizadores; mientras Sócrates bebía la cienta, el héroe más loado de Grecia seguía siendo el arquetipo de los hribones afortunados.
IIabéis leído en los poemas homéricos dos bosquejos de caracteres humanos, tipicos ambos, que definen de manera inequívoca las actitudes fundamentales frente a la lucha por la vida. Más grato el uno a Marte; más, el otro, a Minerva. Aquiles fiero y hosco, recto como su lanza, hazañero y valiente; es todo corazón y acaba por llorar como un niño cuando Priamo le reclama el eadáver de Iléctor (Iliada, lib. XXIV). Ulises, vulpino fullero, de intención oblicua y embozada audacia; es
