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Ulises no es nu caso aislado. El examen de su personalidad tiene un interés más grande para la psicolo gía y la ética que para la simple crítica literaria. Es un tipo representativo, psicológicamente; es un teruino de comparación, para la moral social. El fraude sería posible si la justicia reinara entre los pueblos y la solidaridad entre los individuos? La pregunta es perturbadora. La vida en sociedad. tal como la conocemos, empuja a la mentira, al engaño, a la hipocresía:

la injusticia y el antagonismo son las fuentes más copiosas del fraude. La máscara sirve al hombre para defenderse de sus semejantes; la sinceridad resulta una flaqueza entre enemigos y la astucia aparece como una fuerza protectora de la propia debilidad.

Inniensa es la cohorte de caracteres falsos: la progenic de Ulises. En algunos la falsedad es nativa, produeto de seculares herencias que perpetúan, de padres a hijos, el hábito del fraude: en otros la mentira y el engaño son el resultado de la domesticación social, que obliga a fingir por el simple hecho de estar rodeado de hipócritas y mistificadores. "Se es falso de diferentes maneras, decía ya La Rochefoucauld; hay hombres fal sos que quieren siempre parecer lo que no son; otros hay, de más buena fe, que han nacido falsos y se engañan a sí mismos, no viendo nunca las cosas como ellas son. Los hay cuyo juicio es veto, pero tienen inclinaciós a la falsía; otros poseen falseado el juicio, aunque son justas sus inclinaciones; y algunos, por fin, nada falso tienen en su juicio ai en sus inclinaciones. Estos últimos son muy raros, pues, en general, casi no hay persona que no tenga algo falseado en un rincón de su inisio o de sus inclinaciones" (Réflerions diverses.

XIII). Aquiles es la excepción, Ulises, la regla. Y la moral que consiente o alaba el fraude entre los hombres, no es más que inmoralidad disfrazada, hipocresía convencional, descenso de la dignidad de cada uno hasta el nivel del abellacamiento de los demás.

Por grande que sea su ingenio, los vicios de Ulises son graves; pero lo es mucho más la complicidad colectiva, verdadera atmósfera mefítica que permite deno-