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La progenie de Ulises tuvo su tratadista en Maquiavelo, cuya principal originalidad consistió en decir francamente lo que todos los políticos pensaban en seereto. "Cada uno comprende cuán loable es, en un príneipe, guardar la fe, obrar sinceramente, y no con fraude; pero la experiencia de nuestro tiempo uos muestra que sólo hicieron grandes cosas los príncipes que han hecho poco aso de sn palabra, que han sahido engañar hábilmente a los otros, y que, a fin, han sabido veneer a los que habían confiado en su lealtad".

..."Podría dar il ejemplos modernos y mostrar cuantos tratados de paz, cuantas promesas, han sido anuladas y burladas por la infidelidad de los principes, siendo mayor el éxito de los que mejor han imitado al zorro. Pero es necesario saber jugar su rol; es necesario ser hábil para fingir y para disimular, pues los hombresson tan simples y tan acostumbrados a obedecer a las circunstancias, que el engañador encontrará siempre alguien a quien engañar"... "De todos los ejemplos recientes, no quiero olvidar uno. Alejandro VI no hizo más que engañar a los hombres: nunca pensó otra cosa y siempre halló ocasión de practicarlo; ningún otro hombre ha sabido prometer con más aplomo, ni ha hecho más juramentos sin mantenor ninguno, y sin embargo el fraude siempre le dió resultado, porque conocía muy bien a sus gentes"... "Un príncipe no necesita, pues, poseer todas las cualidades que he indicado, pero debe aparentar tenerlas. Casi agregaría que as peligroso tener esas cualidades y usarlas, pero que siempre es útil fingirlas; es así que el príncipe debe parecer elemente, fiel. humanitario, religioso y reeto, pero debe ser bastapte dueño de si para hacer todo lo contrario cuando ello le convenga" (El Principe, Cap. XVIII).

Con menos desvergüenza se pronuncia al respecto Francis Bacon en su breve ensayo sobre la simulación y la disimulación (Essays or counsels, VI). Cree que la astuzia es útil para ocultar las propias intenciones y defenderse de las agenas. Tres maneras de engaño le parecen licitas al político: la estricta reserva o el prudente secreto, la disimulación pasiva de sus móviles y,