eso que muchas veces por vergüenza y respeto no te pido un pitillo.
Eso es que quiere usté fumar.
Hombre, ya que tan espontáneamente me lo ofreces, me tragaré el humo en obsequio a los forasteros.
Ahí va un emboquillao. (Saca de la petaca y le da un pitillo emboquillado.)
(Mirando el pitillo y fingiendo indignación.) Vamos, ¿ves? pa darle en la cara al «Vihuela»: ¿pos no me discutía a mí anoche que tú no fumabas emboquillaos? Has el favor de darme otro pa enseñárselo luego a ese charrán.
(Que ha visto el juego y volviendo a sacar la petaca.) Ahí va; tome usté media docena, y no s'acostumbre usté a estas gollerías, que luego va usté a pedir en el primer mitin menos horas de trabajo y una rueda d'emboquillaos.
¡La c'a ti se te vaya, pinchi! Güeno, y a otro