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F 168 1 plo, predecir aquello de que un hombre sería capaz, pero sí puede decir con precisión para qué puede servir el término medio de los hombres que componen un grupo. Los individuos varían, pero la colectividad es siempre igual.

Esto sostiene el estadigrafo. Pero ¿no es un pañuelo eso que veo allá? Estoy seguro de que algo se agita allí enfrente.

—Sí, es nuestro muchacho exclamé yo.—Lo vco perfectamente.

Y allí está La Aurora!—interrumpió Holmes. Y va como un diablo! ¡A todo vapor, maquinista! Proa á aquella lancha de luz amarilla Por Cristo que nunca me lo perdonaré si consigue escapársenos!

La lancha se había deslizado afuera del astillero sin ser vista, y luego había pasado por detrás de dos ó tres barquichuelos, de modo que antes de que nosotros la hubiéramos notado, ya andaba con gran velocidad. Y allá iba la proa en dirección de la corriente, deslizándose con una estupenda rapidez. Jones la miró con grave expresión y movió la cabeza.

Es tan veloz—dijo,—que dudo de que podamos alcanzarla.

—¡Pues tenemos que alcanzarla!—exclamó II olmes apretando los dientes.— Carbón á la máquina, muchachos! Que dé cuanto pueda!