Página:La señal de los cuatro - Arthur Conan Doyle (1909).pdf/17

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 19 —

—El hermano de usted era de costumbres desordenadas; sí, muy descuidado y negligente.

Cuando murió su padre, quedó en buenas condiciones, pero él desperdició todas las oportunidades de progresar, y por algún tiempo vivió en la pobreza, con raros intervalos de prosperidad, hasta que dió en beber y por fin murió. Esto es todo cuanto he podido saber.

De un salto me levanté de la silla y comencé á pasearme impacientemente por el cuarto, con el corazón lleno de amargura.

—Esto no es digno de usted, Holmes —exclamé. Nunca hubiera podido creer que usted descendiera hasta ahí. Usted ha hecho averiguaciones sobre la historia de mi infeliz hermano, y ahora pretende usted deducir de manera fantástica lo que ya sabía.; Usted no se imagina que yo voy á creer que todo eso lo ha leído en un reloj viejo! El proceder es poco amistoso, y, para hablar claro, tiene sus ribetes de charlatanismo.

Mi querido doctor—me respondió amablemente Holmes ;—le ruego acepte mis excusas.

Consideraba el asunto como un problema abstracto, y olvidaba que, tocándole á usted personalmente tan de cerca, le sería doloroso. Pero le aseguro que hasta el momento en que usted