Página:La señal de los cuatro - Arthur Conan Doyle (1909).pdf/25

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 27 —

—Explique usted el caso dijo en tono breve y expeditivo.

Mi posición era embarazosa.

—Ustedes van á excusarme—les dije á los dos, levantándome de mi asiento. Con sorpresa mía, la joven alzó su enguantada mano para detenerme.

—Si su amigo tuviera la amabilidad de quedarse explicó dirigiéndose á Holmes, podría hacerme un incalculable servicio.

Yo volví á sentarme.

—Los hechos son, con toda brevedad, los siguientes continuó la joven :—mi padre era oficial en un regimiento de línea de la India, y me envió á Inglaterra cuando era muy niña. Mi madre había muerto; no me quedaban parientes aquí, y, sin embargo, me colocaron muy bien, en un cómodo establecimiento de educación de Edimburgo, donde permanecí hasta los diecisiete años. Mi padre, que era el capitán más anriguo de su regimiento, obtuvo en 1878 una licencia de doce meses y vino á Inglaterra. De aqui, de Londres, me telegrafió que había llegado sin novedad y me ordenó viniera en seguida á reunirme con él, diciéndome que estaba en el Hotel Langham. Recuerdo que su telegrama estaba lleno de bondad y cariño. Llegué á Londres y me dirigi al Hotel Langham, donde