Página:La señal de los cuatro - Arthur Conan Doyle (1909).pdf/84

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 86 —

En cuanto á mi, sentí frío hasta en los huesosal seguir con mi mirada la suya. El piso estaba cubierto de las huellas de un pie desnudo, claras, perfectamente definidas y formadas, pero de dimensiones que apenas alcanzaría á la mitad del tamaño ordinario del pie humano.

— Holmes ! murmuré á su oído.—Esta horrible cosa ha sido hecha por un niño.

Mi compañero había recuperado en un instante el dominio sobre sí mismo.

—Yo también me sentí en el primer momento horrorizado por la misma idea—me contestó ;pero la cosa es muy natural. La memoria me ha fallado, porque, de lo contrario, habría podido explicar en el acto lo que vemos. Pero vámonos abajo, pues nada tenemos ya que hacer aquí.

—¿Cuál es, entonces, la teoría de usted respecto á esas huellas ?—le pregunté lleno de interés cuando estuvimos abajo.

—Mi querido Watson, trate usted de hacer un pequeño análisis por sí mismo—me contestó impacientándose ligeramente.—Usted conoce mis métodos aplíquelos, y la comparación de los resultados será digna de estudio.

—Nada concibo que explique los hechos—fué mi respuesta.

—Pues muy pronto lo verá usted—me dijo mi amigo, en tono indiferente. Ahora, aunque