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Página:La teoría de la relatividad de Einstein.djvu/129

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La teoría de la relatividad de Einstein.

suelta por sí misma cuando la teoría ondulatoria fué perfeccionándose; se mostró, en efecto, que las ondas «doblan la esquina» sin duda, pero sólo en proporciones que son del mismo orden de magnitud de la longitud de onda. Como esta longitud es muy pequeña, resulta, para la observación grosera, la apariencia de sombras duras y rayos limitados por lineas rectas; una observación más fina es la que puede notar las franjas de interferencia de la luz difractada a lo largo del límite de la sombra. Fresnel, y más tarde Kirchhoff (1882), y recientemente Sommerfeld (1895), han hecho trabajos valiosísimos en la teoría de la difracción; han calculado los finos fenómenos de difracción y establecido los limites dentro de los cuales es licito operar con el concepto de rayo de luz.

La segunda dificultad refiérese a los fenómenos de la polarización de la luz.

Cuando se hablaba de ondas, entendíase entonces vibraciones longitudinales, como eran conocidas en el sonido; una onda sonora consiste efectivamente en condensaciones y dilataciones rítmicas, en las cuales la partícula de aire oscila en la dirección de la propagación de la onda. Conocíanse, sin duda, vibraciones transversales; por ejemplo, las ondas superficiales en el agua o las vibraciones de una cuerda tensa, en las que las partículas oscilan perpendicularmente a la dirección de la propagación de la onda. Pero aquí no se trata de ondas que se propagan en el interior de una substancia, sino de fenómenos en la superficie (ondas acuáticas), o de movimientos del cuerpo entero (vibraciones de la cuerda). No existían entonces observaciones ni teorías sobre la propagación de las ondas en cuerpos elásticos, fijos; esto explica el hecho, para nosotros extraño, de que se haya tardado tanto en reconocer que las ondas ópticas son vibraciones transversales. Es más: ocurrió el caso extraño de que el impulso para que se desarrollase la mecánica de los cuerpos elásticos, perceptibles a simple vista, procedió de experiencias y conceptuaciones sobre la dinámica del éter imponderable, imperceptible.

Ya hemos explicado en qué consiste la esencia de la polari-